Desde
el Big-Bang, todo se expande dicen los que saben de estas cosas, es
decir, los físicos. La materia no se contenta consigo misma, se
aburre y busca nuevas formas de ser y estar en el espacio y en el
tiempo. Se transforma, se mueve. El universo es un sistema
morfogenético: se las ingenia para adoptar nuevas formas.Y lo que ha
emergido de la materia también: la vida y la conciencia, la biología
y la cultura, los protozoos y la música de cámara, las jirafas y
los restaurantes, los arrecifes de coral y las impresoras 3D, las bandadas de gorriones y los neumáticos, todo cambia, todo es
impermanencia diría Buda unos cuantos millones de años después de esa singularidad originaria.
Y
aún más reciente y modestamente el año 2009 en Zemos
98 se
propuso el término "educación expandida" para describir
el hecho, evidente y fecundo, pero oculto, de que "la educación
puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar".
Siempre ha sido así pero en los tiempos de la interconectividad
universal, donde "todo aspira a conectarse con todo" según
la intuición y proyecto original de Tim Berners-Lee ("la Web es
la humanidad conectada por la tecnología"),
la ubicuidad y la simultaneidad de los aprendizajes es evidente. Sólo
un sentido común rutinario y anclado en formas institucionales
caducas como la escuela o la universidad tradicionales se resisten a
ver este cambio de modo de la transmisión y apropiación de los
conocimientos.
Basados
en los mismos supuestos de interconectividad universal podemos hablar
también de "innovación
expandida"
y añadir que también ésta ocurre en cualquier momento y en
cualquier lugar. Siempre ha sido y es así. Sin embargo, el concepto
estándar de innovación al mismo tiempo que ha fijado un tipo de
práctica social la ha separado de las demás otorgándole una
diferencia excesiva y situándola en el reino de lo anómalo y lo
discontinuo.
Recordemos
que la doxa
sobre
innovación la entiende como acciones en el espacio de la producción
de bienes y servicios, la vincula al aumento de la productividad en
este ámbito y la define como una practica excepcional realizada por
sujetos excepcionales (los emprendedores). Peter Drucker uno de los
más importantes ideólogos del management
del
siglo veinte no se va por las ramas y señala explícitamente que "La
prueba de la innovación no es su novedad ni su contenido científico,
ni el ingenio de una idea: es su éxito en el mercado".
La
idea de innovación expandida, por el contrario, abre el concepto
restringido de innovación. En primer lugar, se trata de una apertura
temática: toda la vida social puede ser objeto de acciones de
innovación; no hay un campo privilegiado para las acciones
innovadoras. En segundo lugar, amplía los sujetos de la innovación
posible, todos somos innovadores: la innovación es cotidiana y
vulgar. Y justamente aquí reside su valor. El sueño de Drucker, una "sociedad empresaria, innovadora, en la que la innovación y
el empresariado innovador sean cosas comunes, fluidas, continuas", la innovación expandida lo lleva hasta sus límites y atribuye esa
fluidez y esa continuidad a todas las prácticas y a todos los sujetos. Innovar, como expresión de la inteligencia del homo
sapiens
y su capacidad creativa consiste en extraerle posibilidades a la
realidad inventando nuevas realidades. Y esas nuevas realidades son
mucho más que las definidas por el mercado, la productividad, la
tecnología o la ciencia de elite.
La
innovación expandida la entiende como un punto de partida no como un
punto de llegada de las prácticas sociales. Existe la innovación
como modo de ser social como capacidad, como potencia que puede ser
estimulada si se crean los entornos adecuados que la favorezcan. La
innovación expandida busca hacer visible lo ausente.
La
innovación expandida es innovacíon
simétrica,
es decir horizontal, democrática, colaborativa, participativa,
inclusiva, como proyecto ético no como recurso competititivo. La
innovación expandida es altruista, solidaria, comunitaria. Entiende
que "lo común" proporciona el "caldo primigenio" para la
imaginación y la creatividad de los muchos. La inteligencia libre
salta muros y se mueve bien en los intersticios de la prácticas
sociales. Se siente cómoda en las zonas grises, en los espacios
borrosos donde las identidades y los proyectos rígidos se sienten
incómodos; donde las taxonomías hacen aguas y las retículas
ordenadoras quedan desbordadas por la exuberancia de las ideas y
los deseos humanos.
Tanto
la innovación expandida como la innovación simétrica son, tanto, descripciones de la realidad como proyectos, es decir propuestas para
el aprovechamiento de los talentos y las capacidades ausentes o
marginadas.
La
innovación expandida no tiene centro único. No tiene lugar
exclusivo desde dónde expandirse. No hay Big-Bang en la cultura, o
más bien hay muchos minicentros desde donde se capilarizan las
buenas ideas. Todo es incremental, contagioso, parsimonioso. Los
órdenes son precarios, contingentes, circunstanciales y cíclicos. La innovación expandida no se desvive por las urgencias del mercado; se desvela por la importancia del bien
común.
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