miércoles, 17 de abril de 2013

Post 16: Lo único, lo diverso y lo común

FORMAS DE LA DIVERSIDAD
Reflexionaremos sobre las posibilidades de un sistema social, desde el punto de vista identitario, de reconocer, respetar y asumir la diversidad interna; es decir, reflexionaremos sobre las formas sociales de la diversidad.Tema cultural y políticamente importante para estructuras reticulares que son el objeto privilegiado de este blog.  

Comencemos con un enunciado ya clásico: "el todo es más que la suma de las partes", máxima central de la escuela de la Gestalt de la percepción. Esta afirmación quiere decir que en el campo perceptivo interpretamos los fenómenos como "unidades organizadas, estructuradas, más que como agregados de distintos datos sensoriales". Definición de Wikipedia pero útil. Generalizando, esta posición holística postula la aparición, en un sistema cualquiera, de algo distinto a partir de la agregación de sus elementos.
Dicho en nuestros términos, hay un plus de identidad que nace de las singularidades en interacción. No es simple suma sino la creación de una identidad nueva, emergente. que tiende a subordinar las partes al todo Pensadores como Edgar Morin se refieren a esto como la "ceguera holista": "Esto significa que las cualidades de las propiedades, unidas a las partes consideradas aisladamente, desaparecen dentro del sistema.", afirma.

Pero el mismo Morin agrega que el enunciado  "el todo es menos que la suma de las partes"  también resulta apropiado para describir otras formas de organización de la diversidad. Para estar dentro de un sistema las partes tienen que renunciar a  trozos de su identidad, es decir, a una parte de la diferencia que tienen con las otras partes. El sistema total no recoge toda la variabilidad de sus componentes. "Hay sistema cuando sus componentes no pueden adoptar todos sus estados posibles". Esto significa que el todo ejerce constricciones, es decir, hay imposiciones y jerarquías de "arriba abajo".

No obstante, hay dos maneras  pertenecer a un todo, es decir, dos maneras que un sistema incluya la diversidad: como sometimiento a lo "único" o como participación en lo "común".  En el primer caso, la renuncia de las partes a su identidad, a su proyecto, a su diferencia en suma, es máxima y el segundo caso es negociable y, en consecuencia, variable.  Lo único en su vertiente positiva es imperio de la ley universal y la igualdad de derechos es una conquista democrática; en su vertiente negativa es constricción, homogeneización y sometimiento. Reino de monocultivos y dictaduras. Por otro lado, los particularismos en su vertiente positiva contienen la defensa de la diversidad, la pluralidad y el derecho a la diferencia. En su vertiente negativa es dispersión, solipsismo, desencuentro, conflicto y deriva. "Fuera de los sistemas no hay sino dispersión particular" (Morin).

Lo común es una forma social distinta a lo único homogeneizador y a lo particular segregador. Lo común es la intersección de las diversidades, articulación de diferencias, cruce de caminos, punto de encuentro.Lo común es una producción, una voluntad y un proyecto que requiere cooperación. El necesario carácter negociador o mediador de la vida común hace que las formas organizativas que emergen de aquí nunca sean definitivas y que la mayoría de las veces sean frágiles. Por esto, la cartografía de lo común es siempre provisional. Las formas sociales de lo común son variables, con nexos efímeros, siempre negociables. Lo común es una aventura.

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