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viernes, 24 de mayo de 2013

Pos 17: Módulos y organizaciones






El concepto de módulo es útil para comprender las nuevas formas organizativas en red. Un módulo es una unidad o pieza que forma parte de un conjunto mayor pero que también puede considerarse por separado. Cada módulo es funcionalmente completo internamente. Un sistema modular crece y varía por integración de componentes.

La industria hace tiempo que emplea las plataformas modulares para aumentar la variabilidad de sus productos tomando como punto de partida la combinación de unos módulos de base. Las "familias de productos" son diseñadas a partir de una tecnología central común. Esas plataformas de producción son "conjuntos de subsistemas de interfaces que forman una estructura común, a partir de la cual se pueden desarrollar con eficacia toda una gama de productos derivados".

La industria del automóvil y la electrónica han sacado grandes ventajas de esta manera de diseño de sus procesos productivos. Una nueva combinación de módulos da lugar a un producto nuevo o, aparentemente, nuevo. La informática también basa toda su estrategia de crecimiento de programas y aplicaciones a partir de la combinación de módulos de base. Esta estrategia permite la reducción de costes, flexibilidad de diseño y respuesta rápida a las "necesidades del mercado". El diseño modular de productos combina personalización (hacia el mercado)  con estandarización  (hacia dentro del proceso productivo: alto volumen y menores costes). El desafío mayor de estos procesos son los interfaces que permiten la combinación entre módulos.

Como siempre sucede en la historia de las sociedades humanas hay analogías entre lo que ocurre en el mundo de la producción y lo que sucede en otros espacios sociales. La modularidad y sus principios los vemos extendidos en la actualidad en el propio diseño de muchas organizaciones. Las llamadas organizaciones-red son, en gran medida organizaciones de diseño modular e incluso fractales o autosimilares. De hecho, las formas organizativas actuales más avanzadas, creativas y adaptativas desarrollan estrategias modulares de articulación entre sus componentes. En este caso, los módulos son unidades sociotecnológicas, es decir, ensamblajes entre elementos humanos y tecnológicos que repiten la forma general del conjunto.

El caso Medialab Prado (MLP) en Madrid, entidad sobre la que estamos llevando un trabajo de análisis organizacional, ilustra adecuadamente lo que decimos. Esta peculiar organización. que funciona en el ámbito de la cultura digital, es una plataforma  de prácticas y discursos articulados como módulos. MLP es un caso ejemplar de un nuevo modelo de instituciones que nacen y se desarrollan bajo el concepto de “medialabs”. Estas entidades se asientan en estilos novedosos de liderazgo, dirección y coordinación, diferentes a las estructuras clásicas basadas en las cadenas de mando y en objetivos centralizados y jerárquicamente conducidos. MLP ha logrado consolidarse como una forma o estructura sociotecnológica modular, autoorganizada, colaborativa y abierta. MLP no es una estructura homogénea. Sin embargo, la capacidad de manejar la diversidad interna temporalmente (sincronizando interacciones), y espacialmente, (territorializádolas) ha logrado crear una cultura corporativa de carácter dialógico y conversacional que hace de las diferencias un valor y se esfuerza por crear conexiones entre distintas formas de concebir las prácticas artísticas, tecnológicas y culturales. En MLP lo común nace de la intersección de iniciativas heterogéneas pero confluentes.

MLP interactúa y acoge en su seno, dentro de su programación de actividades a otras plataformas abiertas como OuishareYoucoop o Colaborabora. Esta última desarrolla iniciativas "alrededor de los innovadores modelos de producción, gobernanza y propiedad P2P, surgidos de la integración y desarrollo de las posibilidades de conectividad e interacción derivadas del uso de las nuevas tecnologías en red". Para cumplir con este objetivo se potencian " las relaciones entre personas, la inteligencia colectiva y la producción y gestión de valor común a partir de infraestructuras, recursos materiales y repositorios de conocimiento compartidos". Todas estas iniciativas están construyendo poco a poco ecosistemas de prácticas colaborativas, algunas con objetivos directamente empresariales pero fuera de los cauces estándares y tradicionales de innovación institucional, demasiado dependientes de la gran empresa y sus enfoques excluivamente tecnocientíficos.

Medialab Prado recoge el azar y la variabilidad del medio social y, a la vez, lo produce "planificadamente",  a través de la programación  y las metodologías de los grupos, ahora vinculados a “estaciones de trabajo”, que debemos entenderlos como módulos y cuya intersección genera las condiciones de posibilidad para que, mediante lo aleatorio, “las cosas ocurran”. Como decíamos en un post  anterior MLP corresponde al tipo de  plataformas abiertas donde no existe mente individual ni departamento de I+D+i  que pueda prever  y, por lo tanto,  anticiparse a lo que pueda ocurrir en concreto a partir de los enjambres creativos que anidan en esas plataformas. 

MLP funciona a partir de una comunidad de usuarios y colaboradores, nacionales e internacionales. Estos usuarios, al mismo tiempo, son los protagonistas de los propios proyectos dentro de un concepto organizativo horizontal y  participativo. En este protagonismo es esencial el papel de los mediadores culturales y técnicos para facilitar los encuentros, la cooperación, la creatividad y  la  innovación que son los rasgos definitorios de MLP. Estos mediadores son interfaces entre los distintos módulos humanos y  tecnológicos.

Los módulos de MLP tienen una organización aproximadamente fractal, es decir, autosimilar lo que significa que su forma total está compuesta de copias más pequeñas de la misma figura. Cada grupo de trabajo tiende a ser internamente un módulo de módulos con capacidad autónoma de crecimiento e interacción libre con otros módulos. En la actualidad, MLP se ordena de acuerdo a “Estaciones de trabajo” que en su conjunto definen los contornos de una plataforma abierta, invitante y acogedora. MP es una organización no replicable pero sí ejemplar que puede servir de referencia para otras inciativas. 

domingo, 22 de abril de 2012

Post 4: Medialab Prado:una institución que se pregunta sobre su devenir




Recientemente hemos tenido la oportunidad de realizar un trabajo de consultoría de identidad en una institución muy particular: Medialab Prado. Trabajando con su equipo de profesionales, y a través de técnicas dialógicas y de mediación, hemos podido reconstruir y hacer explícito un campo de identidad valioso sobre el cual sostener  los desafíos de su proyecto.

Medialab Prado es una entidad única, dependiente del Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, que desarrolla un trabajo original en el terreno de confluencia entre arte, ciencia, tecnología y sociedad. Se autodefine como un espacio orientado a la producción, investigación y difusión de la cultura digital. Medialab Prado es un ejemplo de vanguardia de las nuevas  formas de organización abiertas, en red, sostenidas por un uso intensivo de herramientas tecnológicas. Se trata de una plataforma de mediación abierta, que facilita procesos emergentes a partir del estímulo de las "colisiones  azarosas"- según la expresión de Steve Johnson (*)- entre iniciativas que, a su vez, dan lugar a proyectos,

Dentro de una concepción abierta y libre del trabajo cultural, en su espacio se celebran talleres de producción y de formación, seminarios y debates, reuniones de diferentes grupos de trabajo, muestras de proyectos, conciertos, etc. Medialab-Prado es una organización que quiere definirse a partir de una identidad “mediadora” Por ello se ofrece como un “espacio permanente de información, recepción y encuentro atendido por mediadores culturales” y propone convocatorias abiertas para la presentación de propuestas y la participación en el desarrollo colaborativo de proyectos. El principal objetivo es crear una estructura en la que tanto la investigación como la producción sean procesos permeables a la participación de los usuarios”.

Medialab Prado tiene una estructura organizativa muy horizontal, con un alto grado de polivalencia en los roles de sus empleados. Esto le aporta el dinamismo y la capacidad de adaptación necesaria a las cambiantes temáticas que aborda  pero, al mismo tiempo, genera no poca tensión interna. En la actualidad, se encuentra inmersa en un proceso de transformación motivado por un inminente cambio de sede  y  por posibles modificaciones de la política cultural del Ayuntamiento, lo cual le  plantea a la institución una serie de interrogantes acerca de la manera de continuar sus actividades. 

El trabajo de asesoría de identidad que hemos realizado y que continúa en marcha se ha dirigido a afrontar esos desafíos a partir de una cartografía de sus valores identitarios, de las potencialidades del proyecto y  sus fortalezas. 


(*) Steve Johnson  "Las buenas ideas: una historia natural de la innovación" .